Calendarios, un regalo navideño que nunca falla
Los polvorones, las luces, los villancicos… En estas fechas es prácticamente imposible no contagiarse del espíritu navideño. Y, como una gripe de amor y solidaridad, esta época hace que nos entren ganas de tener un pequeño detalle con aquellos que nos rodean. Los calendarios para regalar son una opción perfecta si buscamos el equilibrio entre “me he acordado de ti” y el “quiero llegar a fin de año con dos riñones”.
Seamos realistas, en navidades tenemos muchos gastos. Entre las cenas y reuniones, comprar regalos para toda la familia y las épocas de rebajas que hacen más por arruinarnos que por ayudarnos a ahorrar, acabamos tirando más billetes que en un videoclip de trap.
Por eso, cualquier idea para ahorrar siempre es bienvenida, ¿no? Los calendarios son una gran opción precisamente por eso, porque son baratos pero también útiles. Quién más y quién menos siempre los acaba consultando aunque solo sea para ver cuándo cae el próximo festivo. Eso sí, ojo con los calendarios que regalas. Si de verdad quieres quedar como un señor -o señora- nada de coger una fotografía de gatitos y mal colocar el logo en una esquina.
No es que tengamos nada en contra de los amantes de los mininos pero hay ideas mucho mejores. Incluso, teniendo gatitos. Aquí tienes un ejemplo:
En definitiva, todo es cuestión de darle un pensada y poner la creatividad a funcionar. Por nuestra parte nos hemos propuesto seguir intentando convencerte de por qué los calendarios son un buen regalo para estas fechas. Y, una vez que te tengamos en el bolsillo, te contamos buenas y malas ideas a la hora de diseñarlos y te explicamos los diferentes tipos y cuándo escoger cada uno de ellos.
Un regalo para todo el año
Vamos a repetirlo una vez más, los calendarios para regalar son una gran apuesta para tener detalle con los clientes, para dar un buen recuerdo en la cena navideña de empresa o para repartir a nuestros amigos y familiares. Para convencerte, te vamos a dar cinco razones para escogerlos:
- Son útiles: Puede parecer una tontería pero hay regalos de empresa que solo podrían definirse con una palabra: “inútiles”. Actualmente podemos estampar nuestro logo prácticamente en todo lo imaginable pero, a veces, el regalo mejor regalo es algo que resulte práctico.
- Cuestan poco dinero: Siendo realistas, posiblemente haya regalos que nos haga más ilusión recibir que un calendario pero ¿estamos dispuestos a asumir ese coste? Es más, ¿podemos hacer frente al gasto? Mirar por el bolsillo nunca está mal cuando toca asumir un coste extra, tranquilo, esto no te convierte en el grinch.
- Pueden fabricarse de forma rápida: Si por alguna razón necesitas más no tendrás que esperar prácticamente nada por ellos, al contrario que con otros regalos.
- Es publicidad: ¿Cuántas veces se mira el calendario a lo largo del año? Imagina que cada vez que alguien lo hiciese viese tu logo… ¡Eso sí que es conseguir impresiones de forma tradicional!
- Puede dar información extra: Es tan simple como incluir esos datos que creas que son relevantes para el cliente, el calendario puede servir como una tarjeta de visita con una utilidad extra.
-
Buenas y malas ideas cuando diseñamos un calendario
¿Te hemos convencido ya de que los calendarios son geniales? Ahora queda lo más difícil, saber cómo diseñar uno de calidad y no acabar con un desastre que nos haga quedar peor que no regalando nada.
Por ejemplo, una gran idea para regalar a los trabajadores en fin de año puede ser un calendario con varias fotografías del equipo en congresos, eventos o días especiales.
Pero, sin embargo, ni se te ocurra pensar que esta es una buena opción para tus clientes. Nadie quiere fotografías de gente extraña en su casa… Salvo si eres el cuerpo de bomberos de Bilbao.
Otra mala idea es hacerlos con desgana y escoger la primera fotografía libre de derechos que nos parece mínimamente aceptable. No sé si recordáis hace años cuando en las gasolineras y otros negocios solían repartir calendarios de bolsillo con estampitas de lo más diversas. Nadie quiere llevar a unos gatitos, perritos o bebés ajenos en cartera; por muy adorables que sean.
Tampoco hace falta que contrates a un equipo profesional de diseño o a unos fotógrafos profesionales. A veces, las mejores ideas son las más sencillas. Y, si no nos crees, echa un vistazo al siguiente ejemplo. Tan solo hace falta un fondo negro, una tipografía legible y unas dosis de humor sarcástico para una idea que deja huella.
Tipos y cuándo escoger cada uno
Ya sabes que quieres regalar un calendario y tienes en mente qué -y qué no- hacer, ahora solo te queda escoger el tipo. Nos ponemos algo más técnicos y te explicamos cuántas opciones tienes y cuándo te recomendamos cada una de ellas:
- Calendario pirámide: La típica opción para un gran regalo de empresa, con todos los meses a la vista, pensada para colocar sobre el escritorio.
- Calendarios faldilla: No, no son escoceses, son la típica opción de toda la vida que podemos colgar de la pared y van coronados con una fotaza. Son una de las mejores opciones para regalar a clientes.
- Calendarios de pared espiral: Misma función que los de faldilla pero cambiando de foto todos los meses.
- Calendario de bolsillo: Pequeñitos, con el calendario por un lado y una foto por el otro. Si incluimos datos de contacto pueden cumplir una doble función y servir como tarjeta de visita.
- Calendarios de mesa: Una opción más elaborada que las opciones pirámide con la ventaja de que podemos poner una foto cada mes.
- Planificadores: Pensados para organizar el trabajo día a día y en distintos tamaños, son unos de los regalos corporativos más útiles.