Evita sorpresas en imprenta con una prueba de color
A nadie le gusta enviar un trabajo de gran tirada a imprenta, un archivo en el que ha trabajado durante semanas, sabiendo exactamente qué resultado final busca… y recibir un documento con ciertos cambios de color en un título, en un logotipo, en una sombra o en una negrita… Cambios que no había previsto y que seguramente le crearán un dolor de cabeza inesperado.
Las pruebas de imprenta sirven, precisamente, para evitarnos estos dolores de cabeza. En este artículo describiremos cómo realizar una prueba de color efectiva.
¿Por qué son necesarias las pruebas de color?
Cuando estamos inmersos durante mucho tiempo en un trabajo, suele costarnos encontrar pequeños gazapos, como un cambio de color imprevisto o un negro no deseado en cierto título o imagen. Esta "ceguera por cansancio" es más común de lo que parece, y cuando la sufrimos no conseguimos detectar estos pequeños errores que, sin embargo, podrían evitarse con la colaboración de tu imprenta online.
Sucede lo mismo en cuanto al tipo de papel seleccionado para imprimir el trabajo, pues muchas veces presenta un resultado inesperado en cuanto al color, al no absorberlo completamente o dar problemas de traspaso, manchas, etc.
La solución a todos estos pequeños problemas pasa por seguir los consejos de tu impresor y encargar una prueba de color para que todo salga a la perfección.
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¿Qué es una prueba de color?
Junto con las pruebas de maquetación, elaboradas para comprobar que la disposición de los textos e imágenes y la paginación del documento final sea la esperada, las pruebas de color son otro de los filtros de control de calidad que constituyen las denominadas pruebas de impresión.
Así pues, podríamos decir que una prueba de color es una prueba de impresión dirigida especialmente a validar si el archivo digital enviado a imprenta ha sido producido adecuadamente para dar como resultado la representación de colores esperada.
Resumiendo: es un documento impreso de referencia que se utiliza para corregir posibles errores en el color antes de imprimir la tirada completa.
Tipos de pruebas de color
En el fondo, las pruebas de color son una muestra para el diseñador o su cliente, quienes pueden ver directamente cómo quedaría el producto final, sosteniendo la prueba en sus propias manos. Con la prueba en las manos, y tras un chequeo final, podrán darle el ok a su impresor para que envíe los archivos a producción.
Existen dos tipos de pruebas de color, de acuerdo con el tipo de verificación que se desea realizar: la prueba de prensa y la prueba de color digital.
La prueba de color en prensa o impresa:
Su fiabilidad es mayor, pues para su realización se requiere un equipo de impresión en condiciones similares a las de la producción real.
Así, el proceso de obtención de esta prueba sigue la misma secuencia que el proceso de impresión usando, normalmente, la misma máquina que se necesitará para crear el producto final. Para ello se monta el soporte, se prepara la plancha, la tinta y el papel, la máquina de impresión, y los colores, uno a uno, hasta conseguir los tonos y densidades adecuados, respetando, además, los tiempos de secado entre impresión e impresión.
La principal ventaja de este tipo de prueba es que el resultado es muy fiable, porque realmente se está siguiendo el proceso que se seguirá en la impresión final. Sin embargo, sus inconvenientes son poderosos, pues además del tiempo que se necesita para su elaboración, suelen ser pruebas muy caras.
La prueba de color digital:
Es aquella que se obtiene directamente del archivo digital, sin necesidad de usar fotolitos de separación del color.
Solo se necesita un ordenador y una imprenta digital para obtener esta prueba, y puede realizarse directamente sobre el papel que se utilizará en el producto final. Además, si se realiza en la misma máquina en la que se hará el tiraje definitivo, será incluso más efectiva. Actualmente este tipo de pruebas pueden realizarse mediante tecnología láser, por inyección o chorro de tinta y por sublimación.
¿Qué tipo de prueba de color realizamos en Soloimprenta.es?
En Soloimprenta.es realizamos las pruebas de color mediante nuestros procesos de producción offset estandarizados.
En nuestra imprenta online somos conscientes de que esta prueba es una fase importante en el proceso de diseño de un folleto, una carpeta, una revista o cualquier otro material comunicativo y de campaña, por lo que la realizamos lo más rápidamente posible, para que puedas tomar las decisiones necesarias cuanto antes. Así, para agilizar al máximo el proceso, enviamos en un plazo de 24/48 horas la prueba que nos solicites.
Para realizar este test, hacemos una impresión digital que simula las características de la impresión offset y su formato. La prueba se hace en distintos tamaños, hasta un máximo de 420X350 mm. Para otras dimensiones se realiza un escalado automático del diseño que nos has enviado, y se encaja en nuestro formato.
En cuanto a los colores, la prueba se presenta en cuatricomía o CMYK, es decir, no se hace en tintas planas o Pantone. Nuestras máquinas de impresión digital cuentan con la última tecnología en reproducción de la colorimetría CMYK, y su calibrado se realiza diariamente para asegurar la máxima fiabilidad y correspondencia de color.
Cuestiones que debes revisar en tu prueba de color
Cuanto tengas la prueba de color en tus manos, aprovecha para revisar una serie de cuestiones:
- Revisa que los colores se correspondan con tu idea inicial y lo que habías planeado. No tendrás problema si al trabajar en tu archivo utilizas el modo de color CMYK, usas el perfil de color correcto y, al crear el PDF para enviar a imprenta, incorporas ese perfil de color. Puedes consultar con tu imprenta online si tienes dudas.
- Si has hecho el documento respecto a una muestra de color como referencia, comprueba que el resultado se corresponda.
- Revisa colores y márgenes: observa si los objetos de color continúan más allá de las líneas de corte, sangrado o doblado del documento, para evitar así blancos indeseados.
- Aprovecha para revisar si las imágenes están bien posicionadas, recortadas y con las proporciones correctas.
- ¿Los márgenes son correctos?
- Y ya que estás, aprovecha para echarle una ojeada al texto y revisar si contiene errores tipográficos, ortográficos o gramaticales.