Las mejores tipografías para la impresión
Una de las decisiones más importantes que debemos tomar en el proceso de creación es la selección de la tipografía que usaremos en nuestros trabajos de impresión, porque de ella va a depender una parte importante del impacto de nuestra publicación, flyer, folleto o cartel.
Existe la creencia general de que la Helvética es idónea para informes o folletos, y que la Century Gothic es perfecta para carteles… Pero antes de entrar de lleno en recomendaciones e ideas, veamos qué es una tipografía o fuente y conozcamos sus características fundamentales.
¿Fuente o tipografía?
Hay quien usa ambos términos por igual, y no diferencia fuente de tipografía. Nosotros vamos a ver en qué contexto podemos utilizar cada palabra:
Tipografía es la técnica o proceso que define las características y aspecto de un texto. Para esto, el tipógrafo busca que el texto resultante cumpla tres características: que sea legible, que sea estético y que sea comprensible. Esta es la definición que mantiene la RAE, pero en el trabajo diario, cuando hablamos de tipografía, habitualmente nos referimos, de manera abreviada, a “fuente tipográfica”. Así, cuando decimos que necesitamos una buena tipografía para tal o cual trabajo, hablamos de elegir una fuente, entre todas las existentes, que mejor se ajuste a nuestro proyecto o mensaje.
Cuando un diseñador de fuentes o tipógrafo hace variaciones en una fuente, cambiando parámetros como el grosor, por ejemplo, crea una familia tipográfica. Así, puedes combinar caracteres de una misma familia tipográfica aportando contrastes a la composición, usando, por ejemplo, una Italic o Bold para destacar parte de un texto. Un ejemplo de familia tipográfica sería Helvetica, con sus muchas variaciones como Medium, Roman, Italic, Condensed, Bold…
También es bastante común oír la palabra “tipo” como abreviatura de tipografía, pero en realidad tipo es el diseño de una letra determinada. El término es heredado de las antiguas piezas usadas en imprenta, donde cada tipo dejaba impresa una letra del alfabeto, como si fuese un sello. Además, en inglés “typo” se refiere a un error tipográfico, a una errata que existe en un texto y que debemos corregir.
Un ejemplo de tipo sería la “x” de la Georgia Bold Italic:
Elegir la tipografía idónea es una de las decisiones más importantes que tomarás a la hora de diseñar, porque de ella depende una parte importante del impacto final de tu proyecto. Sin embargo, muchas veces se le resta importancia a la tipografía, dejándola en el último lugar cuando estamos pensando qué elementos vamos a incluir en nuestro proyecto, lo que supone un error.
Así mismo, es importante conocer qué tipos de fuentes existen para poder optar por la que más nos convenza para nuestro trabajo. Entonces vamos al siguiente epígrafe…
Clasificación genérica por forma (Serif/Sans-Serif)
Existe una amplísima clasificación tipográfica, ya que esta se puede abordar desde distintas ópticas. Podemos dividir el inmenso universo tipográfico a partir de:
- Una clasificación histórica, es decir, por el momento en el que fueron diseñadas. Así tendríamos, por ejemplo, la de las familias humanísticas o venecianas, las antiguas o romanas, las egipcias o mecánicas, los tipos modernos, etc.
- Una clasificación que dependa de su uso: monoespaciadas, ajustadas, blancos…
- Y una clasificación por forma, que será la que vamos a describir en estas líneas.
De manera genérica, las familias tipográficas se pueden clasificar por su forma a partir del binomio Serif/Sans Serif.
Las tipografías con serifas o Serif, son aquellas que tienen remates o pequeñas líneas en las terminaciones de los caracteres, principalmente en los trazos diagonales y verticales. La inclusión de serifas en las letras tiene un sentido claro: facilitan la lectura, ya que crean en el ojo la ilusión de la línea horizontal, por la que desplazamos la vista al leer. Son habitualmente utilizadas en textos extensos, como los de los diarios en papel, revistas, libros, etc.
Las tipografías Sans Serif o sin serifas, también conocidas como lineales o de palo seco, son aquellas que no tienen estos remates en sus terminaciones. Se usan, por regla general, en rótulos, anuncios y en publicaciones con textos cortos, como los trípticos o los flyers, por ejemplo. También se usan en medios electrónicos, porque las tipografías con serifa habitualmente dificultan la lectura online.
Además de estos dos tipos, para la creación de publicaciones que vayan a imprenta también se puede usar tipografías Script, esto es, con apariencia de lo hecho a mano; Graphic o Display, es decir, tipografías decorativas o fantasía, creadas con un fin específico; o Monospace, es decir, aquellas tipografías cuyos caracteres ocupan, cada uno, el mismo espacio.
Si quieres aprender más sobre tipografía, además de encontrar interesantes manuales online, puedes ejercitar tu memoria con un juego online gratuito y divertido, el Font Memory Game, que te puede ayudar a reconocer y memorizar los rasgos definitivos de muchos tipos. En la misma web encontrarás, además, recursos gratuitos para aprender a reconocer y escoger fuentes, o a combinarlas.
Las tipografías más odiadas
Haciendo un repaso por las familias tipográficas más usadas, y también las más odiadas, debemos detenernos en la Comic Sans sí o sí, y continuar con un repaso básico a partir de las opiniones de los diseñadores más haters.
Comic Sans: Es la tipografía más odiada por diseñadores y maquetadores. Este odio se ha instaurado de manera generalizada, y hasta existen movimientos en contra que pretenden que se elimine por completo, como Ban Comic Sans. Pero el problema con esta fuente no ha venido tanto de sus características, que la hacen ideal para algún tipo de proyecto, sino por el uso generalizado que se ha hecho de ella desde que se creó en 1994. Es poco legible en papel, ya que fue diseñada para usar en interfaces, por lo que será un error imperdonable usarla en presentaciones profesionales, informes, comunicados o trabajos impresos de este tipo.
La omnipresencia genera desprecio. Por su uso continuo hasta la saciedad, también engrosan la lista de tipografías más odiadas Trajan o Bank Gothic, pues aparecen ambas en centenares de carteles de filmes; Lobster, presente en los últimos años en todos los trabajos de diseñadores enamorados de lo retro; Zapfino, tipografía usada en toooodas las invitaciones de boda actuales; o Papyrus, esa falsa letra egipcia que no deja de estar "de moda".
No se recomienda su uso si quieres que lean bien lo que has escrito. Algunas tipografías que no facilitan en absoluto la lectura, y que aún así son utilizadas habitualmente en trabajos impresos, son Copperplate Gothic, Impact o Segoe Script. En general, las tipografías script o caligráficas no son recomendables cuando quieres imprimir cartelería o flyers y pretendes que sean interpretados en una primera mirada.
Las mejores tipografías para imprimir
A pesar de este título tan directo, lo cierto es que no hay una tipografía mejor que otra para imprimir, porque todo va a depender del tipo de proyecto que hagas. De hecho, en la mayor parte de los casos, una buena combinación de tipografías y fondos es la clave. Tu elección dependerá del proyecto en el que te encuentres, y tendrás que decidir cuál es la tipografía que mejor te encaja.
Sin embargo, a continuación te dejamos una lista de tipografías limpias, simples y fáciles de leer, tres características que las hacen ideales para trabajos de impresión que van a ser digeridos por la mirada de un público amplio.
Century Gothic: fuente sans serif diseñada a principios de los 90, fácil de leer y una de las más recomendadas para impresión de proyectos de varias páginas, por ejemplo. También es una tipografía ideal para carteles, ya que presenta gran legibilidad desde lejos.
Helvetica: Aunque odiada por muchos diseñadores por su omnipresencia (lo mismo pasa con su “hermana”, Arial), es una de las tipografías más fáciles de reconocer y leer, una de las mejores opciones para folletos o flyers.
Verdana: Diseñada a mediados de los 90 para ser leída en pantalla, su flexibilidad la ha convertido en una tipografía bastante buena para ser impresa.
¿Qué cuerpo o tamaño emplear para folletos y libros?
Es nuestra intención dejarte aquí algunas recomendaciones sobre tamaños e interlineados, para que puedas tener una referencia cuando vayas a crear tus textos.
Como has visto, se recomienda, por regla general, el uso de tipografías serif para textos largos, porque acompañan al lector, y de tipografías san serif para títulos, o incluso script o monospace para cartelería u otros documentos de gran tamaño.
Así, en los libros o documentos de gran número de páginas solemos encontrar las tipografías Baskerville, Bodoni, Caslon, Century Old Style, Fournier, Garamond, Sabon y la famosa Times New Roman, entre otras. Y, aunque no hay medidas estándar, por lo general el cuerpo de la letra oscila entre 11 y 13, y el interlineado suele ser un par de puntos mayor del usado en el cuerpo. Así, si vas a usar, por ejemplo, una letra Arial 10, se recomienda que uses un interlineado de 1,2.
En cuanto a folletos, flyers y otros documentos por el estilo, las medidas pueden variar con relación al ancho de los márgenes y al tamaño del documento. Cuando el interlineado es del mismo tamaño que el cuerpo de la letra nos encontramos con textos macizos, normalmente difíciles de leer, así que lo recomendado es adaptar el diseño final al espacio del que disponemos para incluir nuestro texto. Además, en folletos es muy importante que limites el número de tipografías y que uses de manera responsable negritas y cursivas, porque muchos tipos de letra diferentes en un espacio tan reducido puede dar un resultado caótico.
Algunas de las tipografías más usadas en folletos y flyers son Futura, Garamond, Arial, Times New Roman, Helvética, Gil Sans, Bodoni o Franklin Gothic.
Las mejores webs para descargar fuentes gratis
Una vez hayas decidido qué tipo de diseño quieres crear, tendrás que buscar la fuente que mejor se adapta a tu proyecto.
Hay un montón de webs donde puedes descargar gratuitamente las fuentes que necesites, respetando las licencias de sus creadores y creadoras. Ya puedes ir haciendo pruebas con las fuentes que encontrarás en:
Google Fonts Podrás probar online la tipografía que te interesa con el texto de tu proyecto, y así verás cómo queda en un segundo.
Dafont La web de referencia de los diseñadores y maquetadores. Tiene un catálogo de casi 30 mil tipografías detallando el tipo de licencia de uso y descarga.
Fontsquirrel Amplio catálogo con fuentes para todo tipo de uso, también clasificadas por nuevas y favoritas.
Font River Hay tipografías gratuitas y una sección de novedades interesante, pero conviene fijarse en las licencias.
1001 Free Fonts En realidad tienen 10 mil fuentes no solo 1.001, y la mayoría son de descarga gratuita. Podrás donar lo que quieras a los creadores.
Fontspace Web que clasifica las más de 38 mil tipografías que posee etiquetándolas por categoría. Perfecta para hacer una búsqueda rápida entre las destacadas como más populares o en el catálogo general.
FondFont Fuentes de gran calidad, con descripciones que te ayudarán a seleccionar las perfectas para ti. Algunas de las tipografías que encontrarás solo son gratuitas por un tiempo limitado, por lo que conviene comprobar su disponibilidad. Otra web con pocas tipografías, pero de muy alta calidad, es Fontfrabric, pero de algunas familias solo podrás descargarte algunas fuentes.
Como ves, la tipografía es uno de los elementos más importantes a la hora de imprimir porque su elección determinará el resultado y el impacto del proyecto impreso. En estas líneas hemos dejado algunas recomendaciones para que consigas los mejores resultados, pero recuerda que siempre puedes confiar en tu impresor, quien te puede echar una mano revisando tus proyectos antes de que lleguen a imprenta.
En Soloimprenta.es podrás contar en todo momento con asesoramiento especializado para conseguir lo mejor de todos tus proyectos.